M谩s all谩 de la mera definici贸n.
Si nos basamos en la definici贸n de la RAE:
C贸mic.
(Del ingl. comic).
1. m. Serie o secuencia de vi帽etas con desarrollo narrativo.
2. m. Libro o revista que contiene estas vi帽etas.
Una p谩gina de la obra "Nova-2" de Luis Garc铆a Mozos (1981-1982) |
La definici贸n de la RAE ha sido refinada y simplificada, ya que ha tenido otras, en las que se tintaba el t茅rmino con connotaciones determinadas, principalmente de infantil y de humor铆stico. Igualmente, el t茅rmino 'manga' (que es el equivalente a c贸mic en idioma japon茅s) fue tildado de sexual y violento. Pero las quejas del p煤blico y algunas instituciones han llevado a que esta defici贸n haya llegado a un significado lo m谩s amplio y gen茅rico posible.
Pero en cualquier caso, el t茅rmino utilizado no deja de rememorar un uso "indigno" a lo que se puede llegar a convertir. Si bien, ciertamente, su origen es humor铆stico y c贸mico, el lenguaje y las tem谩ticas abarcadas se han diversificado hasta l铆mites cada vez mayores; incluso algunos aun piensan que aun no se ha llegado a exprimir todas las posibilidades que ofrece.
Otra buena defici贸n la hacen en: http://www.comicdominicano.com/histcomic.html
La palabra c贸mic es inglesa pero podemos decir que su etimolog铆a provine del lat铆n komos (se refiere a algo muy divertido o gracioso) lo que en lengua hispana equivale a c贸mico. En cuanto a "cartoon" su etimolog铆a proviene del italiano cartone (equivale a cart贸n), el origen de la palabra se basa en los dibujos preliminares hechos en tama帽o real a partir de los cuales se realizaban los cortes del cristal para los vitrales de las antiguas catedrales". Se define como c贸mic: "es el arte de comunicar una historia ya sea real o de ficci贸n en un lenguaje de lectura que conf铆a en una experiencia visual que es com煤n tanto para el lector como el autor"
El c贸mic como "serie o secuencia de vi帽etas con desarrollo narrativo":
El c贸mic como lenguaje, es una adaptaci贸n del arte de la pintura a medio de producci贸n en serie, reduciendo los costes de producci贸n y facilitando su reproducci贸n, y por lo tanto, su difusi贸n a un p煤blico mayor, que puede poseer dicha "obra" en propiedad por un coste muy bajo. Adicionalmente, y para ampliar su efectividad como medio de transmisi贸n de mensajes, se ha visto acompa帽ado por la inclusi贸n de texto, tanto explicativos de la imagen mostrada, como la verbalizaci贸n escrita de di谩logos y reproducci贸n de efectos sonoros y ruidos en forma de onomatopellas o s铆mbolos gr谩ficos. M谩s all谩, se ha llegado a representar simb贸licamente, mediante multitud de recursos visuales, sentimientos, ambientes, movimientos, efectos on铆ricos, pensamientos, etc.Esta amplitud de recursos gr谩ficos ha llevado a cierto sector de la cr铆tica a despreciar el lenguaje del c贸mic por su excesiva expresividad, tach谩ndolo de "infantil" o "simplificadora", por el hecho de dar demasiada informaci贸n al lector, neg谩ndole la posibilidad de sacar sus propias conclusiones o de minimizar su capacidad de imaginaci贸n.
Por otro lado, tal despliegue de recursos visuales, y m谩s aun con la llegada de la alta tecnolog铆a de reproducci贸n impresa (y posteriormente en pantalla) ha hecho que sea m谩s atractivo para edades tempranas, en la que lo visual resulta m谩s "comercial" y "asimilable", y, por contra, reforzando la idea de que la literatura "pura" es m谩s "adulta" y "seria". Es posible que en muchos casos este hecho sea cierto, pero no lo es menos en todos y cada uno de los 谩mbitos art铆sticos. En todo arte hay mucha "basura", entre la cual destacan las verdaderas Obras de Arte que dan car谩cter a cada arte. Por ello, para valorar en su justa medida al c贸mic, no se puede comparar una obra cualquiera de c贸mic, con, por poner un ejemplo. pel铆culas por todos conocidas y ampliamente reconocidas.
Volviendo al hilo del asunto, al significado, debemos remontarnos a la mec谩nica de la narrativa literaria. Cualquier mensaje, cualquier narraci贸n o historia, requiere de una "evoluci贸n", que suele ser temporal: todo empieza, sucede y acaba. Toda historia tiene un comienzo, un desarrollo y un final, tanto en la literatura, el teatro, el cine... y, por supuesto, tambi茅n en el c贸mic. Y cada una se expresa a su modo, en su medio. El c贸mic lo hace sobre papel (o cualquier otro medio donde "imprimir" el mensaje) y con textos e im谩genes, ambos elementos entremezclados con la correspondiente estructura que define al c贸mic. Para representar visualmente una escena, sea est谩tica o en movimiento, sobre un papel, hay que "congelar" la imagen, hacer una "fotograf铆a" (o pintar un cuadro de ese preciso instante).
Y la acci贸n sigue, y hay que mostrar la siguiente situaci贸n, y la siguiente, y todas las dem谩s que cuentan la historia. En las im谩genes deben aparecer los personajes que las llevan a efecto, los objetos, los decorados, los sonidos... etc. Para separar todos y cada uno de los momentos, como se de un carrete de fotos o de una pel铆cula de cine se tratase, se "enmarca" cada momento dentro de un rect谩ngulo u otra forma geom茅trica (reales o imaginarios) que dan a entender que entre una imagen y otra hay un paso del tiempo. A estas "separaciones" se les llama vi帽eta. Las hay sencillas, que enmarcan con una l铆nea simple el espacio donde transcurre la escena, como si de los bordes de una pantalla de televisi贸n se tratara; pero tambi茅n las hay m谩s complejas, formas o trazos que, en s铆 mismas, aportan un mensaje adicional o subliminal al lector; incluso hay "vi帽etas el铆pticas" (o inexistentes), que son las que no se ven... simplemente las escenas van trascurriendo... y el espacio que pudiera haber entre ellas hace de "separador" temporal. Incluso hay casos de "vi帽etas dentro de vi帽etas", en las cuales en una misma escena suceden muchas cosas, como podr铆a decirse de obras como El jard铆n de las delicias, de El Bosco.
Y hay sonido, imposible de reproducir con tinta, por lo que se transforma en la escritura de palabras que pudieran "asemejarse" al sonido reproducido: pum (una puerta cerrada), crash (un cristal roto), bang (un disparo)...
Finalmente, los personajes Hablan, y, como lo hacen en los libros, lo hacen mediante el texto. En un principio los textos iban yuxtapuestos a la imagen, acompa帽谩ndola como un cartel, debajo o encima de la imagen. Luego se fue integrando en la misma, como por ejemplo, en el camis贸n de Yellow Kid, cuya prenda parec铆a ser la que "hablaba", como si de una plantalla led de ahora fuese intercalando textos sobre s铆 misma. Y, finalmente, se lleg贸 a crear lo que se ha convertido, junto a la "vineta", en el s铆mbolo m谩s reconocible del c贸mic: el bocadillo (tambi茅n llamado globo, y otras muchas formas, y en cada idioma, las suyas...), una elipse que "flota" sobre el personaje que habla, de la cual surge un ap茅ndice que hace de flecha se帽aladora de qui茅n es autor de tal expresi贸n, principalmente dirigi茅ndose a la boca del personaje, ya que es de ah铆 de donde se emite el sonido que el lector pudiera entender que se emite el sonido de dicha declamaci贸n.
Esto es el c贸mic, un modo, tan v谩lido como cualquier otro de expresarse.
El c贸mic como "Libro o revista que contiene estas vi帽etas"
En esta definici贸n se habla del objeto f铆sico que contiene una o varias historias de c贸mic.En ambas definiciones hay que resaltar la importancia de los costes econ贸micos que suponen la elaboraci贸n de dicho c贸mic.
Por un lado est谩n los costes f铆sicos, los que "hay que pagar en el momento", como puede ser la compra del papel, la imprenta, la encuadernaci贸n, la distribuci贸n, la publicidad... y luego est谩n los que no son computables, salvo en el caso de que quien lo haga ponga un precio a su trabajo.
Compar谩ndolo con una pel铆cula, los costes de producci贸n de un c贸mic son infinitamente m谩s reducidos; una producci贸n audiovisual es car铆sima, aunque por lo que es evidente que deben buscar recuperar la inversi贸n mediante su emisi贸n o venta.
Compar谩ndolo con un libro, podr铆a equipararse en costes, pero hay diferencias. En un libro, habitualmente, quien interviene es una sola persona (caso aparte son libros de varios autores o que requieren documentaci贸n adicional), que es quien dedica su tiempo pr谩ctico de escritura del libro en s铆, pero ha de tenerse en cuanta todo el tiempo anteriormente dedicado a la recopilaci贸n de informaci贸n, as铆 como la educaci贸n recibida durante toda su vida.
En un c贸mic, los costes se vuelven un poco m谩s complejos. En ocasiones el c贸mic es pensado, documentado, escrito, dibujado, entintado, coloreado, etc. por la misma persona, pero no siempre es as铆. Seg煤n los requisitos de la industria concreta donde se pretenda vender dicha obra, podr铆a ampliarse el n煤mero de intervinientes en dicha obra. Existen especialistas que se dedican exclusivamente en una de las facetas de la creaci贸n. Un "equipo habitual" suele ser el de dos personas: guionista y dibujante. Esto es circustancial de que cada "faceta" de la creaci贸n de una obra requiere de una especializaci贸n, de un conocimiento suficiente de cada una de las partes. Un guionista debe hacer una buena historia y contarla bien. Un dibujante debe representar correctamente y de manera atractiva lo que la historia cuenta. Todo esto nos lleva a que, en las ocasiones en las cuales un mismo autor es el creador de todos y cada uno de los elementos que en su conjunto hacer la obra, debe poseer conocimientos en todas aquellas facetas.
No es lo mismo hacer humor, que exponer un hecho hist贸rico. Para ser gracioso, no solo en un instante, si no durante todo lo largo de una narraci贸n, hay que ser inteligente, emp谩tico, h谩bil... Para hablar de historia... hay que saber historia. Y mientras tanto, tambi茅n debe saber de anatom铆a, de perspectiva, de iluminaci贸n, de indumentaria y sus "pliegues", ... y muchas m谩s materias que debe poseer cualquier artista.
A prop贸sito de la "Historia"; es bien conocido que existe la manipulaci贸n de la misma, no solo en el c贸mic, si no en la televisi贸n, el cine, el periodismo, la literatura... El c贸mic no se ha salvado de su utilizaci贸n para fines propagand铆sticos, para manipular la opini贸n del pueblo en una u otra direcci贸n. Directamente, o indirectamente, existen evidencias del uso del c贸mic con los mismos fines: mostrar qui茅n es el bueno y qui茅n el malo; cu谩les son las cosas justas y las que no; encubrir realidades "inc贸modas" con historias irrelevante, o, incluso, contrarias a lo que se desea ocultar... o meramente tener entretenido al p煤blico para que se evada de su triste realidad.
Pero tambi茅n existe, como en cualquier otro medio, todo lo contrario: el c贸mic de protesta, o de "iluminaci贸n" al lector, la b煤squeda de la propia opini贸n, de la reflexi贸n.
As铆 es el c贸mic, tan grande y tan 铆nfimo como cualquier otro arte. Infravalorado por muchos y amado por los pocos lectores que han encontrado en el c贸mic una forma de adquirir entretenimiento, conocimiento o reflexi贸n.
Y, con todo esto presente, he aqu铆 que pretendemos Ense帽ar a hacer c贸mic.
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