Posteriormente hice dibujar al personaje que habían creado en días anteriores, en primer plano, y saludando, para su posterior presentación. Los personajes debían tener un par de características físicas y psíquicas especiales.
Tras ello procedí a dar a todos un guión escrito por un amigo, Álvaro Moreno Caro, para que los alumnos desarrollasen una página desde el mismo, respetando los textos. El reto era contar la historia correctamente, por lo que antes de dibujar, debían componer la página con las correspondientes viñetas. El personaje del guión debía ser sustituido por su propio personaje, poniéndose en la misma situación.
Al acabar la clase entregué la página que yo mismo realicé basándome en el mismo guión, para que les sirviera de orientación, pero no para que lo copiaran.
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